2 abril 2025

La naturaleza como elemento decorativo en la oficina

Una de las tendencias decorativas que más está triunfando actualmente es la decoración natural. /Foto: pixnio.com.

Una de las tendencias decorativas que más está triunfando actualmente es la decoración natural. /Foto: pixnio.com.

 

Una de las tendencias decorativas que más está triunfando actualmente es la decoración natural. /Foto: pixnio.com.
Una de las tendencias decorativas que más está triunfando actualmente es la decoración natural. /Foto: pixnio.com.

Redacción. Esta corriente suele encuadrarse dentro del minimalismo, una moda que ahora mismo está dejando paso a otras tendencias más hogareñas como el estilo nórdico. La decoración natural no está entre estas dos tendencias, sino que aprovecha el minimalismo para reivindicar espacios naturales dentro de edificios cerrados.

El éxito de esta moda decorativa reside en la tendencia cada vez más extendida de mejorar las prestaciones de los espacios de trabajo. Es una tendencia estrechamente ligada al ámbito del coworking y a la eliminación de oficinas estables dentro de las empresas. Gracias al crecimiento de espacios compartidos para trabajar, hay empresas que se pueden dedicar exclusivamente a la creación de los entornos más adecuados para estudiar, tener reuniones y hacer exposiciones.

La gran novedad de este estilo decorativo es que rompe con el antiguo estilo de oficina e incluye en los compartimentos una gran diversidad de elementos naturales que ayudan a romper la sensación de aislamiento propia de los despachos.

Otra de las novedades se trata de la aparición de elementos propios del exterior pero en lugares interiores. Esta idea tiene origen en la decoración de rascacielos para oficinas. En éstos se trataba de articular el espacio tratando de emular el ambiente exterior. Aunque esta idea parezca antagónica, resulta que la gran ventaja de los rascacielos de cristal y acero es que dan lugar a espacios diáfanos y muy luminosos. Desde los pisos más altos de algunos rascacielos no se ven los edificios colindantes. Si se aprovecha esta ventaja se puede crear un espacio vegetal que rompe visualmente con el ambiente urbano..

Algunos de estos elementos tratan de trasladar al ocupante a una realidad diferente. Esto se puede conseguir a través de objetos cotidianos ubicados en un lugar extraño: piedras, sillas de exterior, pérgolas de madera, césped sintético o tarimas de madera son idóneos para crear un lugar que invite a relajarse sin salir al exterior.

Con la misma filosofía aparecen los jardines interiores, creados con tarimas de exterior, arena, fuentes, piedras y enormes plantas con las que se busca ocultar la estructura del edificio.

Una decoración minimalista logra que estos elementos destaquen y sin saturar. Se debe ser cuidados a la hora de limitarse en cuanto al volumen de elementos para evitar justamente una sensación de alboroto o desorden. El efecto que se consigue es todo un logro de habitabilidad y sube un escalón en el concepto de ergonomía. Aparecen oficinas que invitan a relajarse y concentrarse, con luces tenues que dan un respiro a unas pupilas hastiadas del brillo de la pantalla. Las pérgolas de madera en los espacios comunes o de paso dotan de entidad propia a las salas, las rehabilitan para convertirlas en espacios útiles para el esparcimiento. Se consigue crear entidades en las que el trabajador (si es el caso de una empresa), puede descansar de su lugar habitual.

Finalmente, parte del mérito se lo lleva el desarrollo de las tecnologías. Por una parte, la más visible, es que gracias al wifi se puede trabajar en cualquier rincón, por eso los espacios comunes bien habilitados tienen tanto éxito. Por otro lado, el desarrollo de la domótica facilita el mantenimiento de dichos espacios naturales en el aspecto del regado, la temperatura, la humedad y la iluminación.

Es muy posible que muchos consideren esta tendencia como una moda pasajera más, como una excentricidad, incluso, pero lo cierto es que persigue fines muy prácticos, como dar vida y frescura a los ambientes laborales. Como se puede observar se trata de una fórmula que permite explotar más y mejor los rincones de los edificios. En cierto modo, es una tendencia que bebe de varias fuentes, y no faltará quien vea en ella ciertos tintes “zen”, pero los efectos en la habitabilidad de los espacios de trabajo son reales.