Redacción. Uno de los motivos por los que es fundamental llevar a cabo un buen trabajo de farmacovigilancia que recoja la mayor parte del espectro poblacional que consume medicamentos es descubrir efectos desconocidos o imprevistos de un fármaco. Actualmente una empresa de farmacovigilancia online puede llegar a más personas que nunca y de manera inmediata y registrar efectos que no habían sido previstos gracias al software de escucha activa. Dichos efectos terminan por añadir una lección más al cuerpo teórico de la medicina, la química o la biología.
Existen muchos casos en medicina en los que el contacto con una sustancia produce un efecto imprevisto, cuya investigación conduce al desarrollo de un fármaco de extraordinario valor. Algo así ocurrió al observar el efecto que producían los tintes químicos como el azul de metileno sobre los trabajadores de las plantas textiles, que experimentaban efectos hipnóticos. Este químico pronto fue utilizado para desarrollar los primeros antipsicóticos.
En la mayoría de los casos actuales los medicamentos se descubren tras un largo proceso de investigación dirigido a cubrir una necesidad. Aunque este enfoque puede parecer excesivamente utilitarista, se basa en conceptos teóricos y experimentales de calado científico muy profundo.En muchas ocasiones existe una base teórica que conduce los procesos que se deben llevar a cabo para comprobar los efectos de un fármaco, pero no siempre es así, y muchas veces se descubre fortuitamente un efecto útil para la medicina.
Hay ejemplos, especialmente en épocas menos desarrolladas de la química, de medicamentos que comenzaron a usarse tras someter su principio activo a estudio experimental. En estos casos, bajo el uso primitivo de estas sustancias no existía un conocimiento científico, aunque no por ello estaba la utilización de las drogas exenta de conocimiento práctico. Uno de los casos más conocidos es el de la aspirina. El ácido acetilsalicílico se sintetizó en 1853, y posteriormente fue comercializado por la empresa Bayer, que ya distribuía el primer fármaco sintético, la acetofenidina. No obstante, el uso de la corteza del sauce blanco de cuyas hojas se extrae el ácido salicílico es milenario, y su síntesis vino propiciada precisamente para paliar los efectos secundarios de su consumo.
El caso más famoso de descubrimiento fortuito de un medicamento es el de la penicilina. Como en el caso anterior, la sabiduría milenaria ya adelantaba algo con el uso de tierra y mohos para curar las heridas. Pero fue Fleming el primero en observar científicamente cómo alrededor de unos hongos que habían contaminado las placas de estafilococos que estaba investigando, ya no había presencia de las bacterias. Fue la casualidad lo que propició el descubrimiento, ya que, según el propio Fleming, había rescatado las placas desechadas para mostrárselas a un amigo, pues éstas se habían contaminado.
Otro gran hallazgo de la medicina fue el de las vacunas, cuyo nombre deriva de la observación del inglés Edward Jenner a finales del siglo XVIII sobre cómo aquellas personas en contacto con vacas transmisoras de la viruela bovina eran menos proclives a enfermar de viruela común.
A pesar del papel de la casualidad en algunos descubrimientos no se debe menoscabar la gran labor de cuantos científicos trabajaron detrás del desarrollo farmacéutico, pues en los casos anteriores como en el presente son mentes brillantes y dedicadas al estudio y la observación las que lograron traducir esos conocimientos mundanos o casuales en el conocimiento científico que hoy permite el uso seguro de fármacos.
Actualmente la medicina ha abierto la puerta a un campo prometedor con enormes expectativas al poner su lupa en las modificaciones del ADN. La genética médica y el uso del genoma como herramienta clínica supone la posibilidad de prever qué enfermedades pueden afectar a las personas en el futuro y qué reacciones pueden aparecer ante el consumo de determinadas sustancias. Esto pone las bases para una fabricación de fármacos a medida, aumentando su seguridad y control de las dosis.
Aunque el avance de la química y la medicina durante el último siglo ha sido admirable, queda lejos aún la posibilidad de crear fármacos completamente seguros, especialmente considerando que ni siquiera conocemos los mecanismos de algunas de las medicinas que utilizamos hoy con absoluta normalidad. Por ese motivo se sigue haciendo hincapié en el uso racional y el control de los efectos secundarios a través de la farmacovigilancia y la moderna farmacovigilancia online.
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